domingo, 3 de febrero de 2019

El Riesgo de Arriesgar

Es curioso como tropezamos la mayoría del tiempo con la misma situación. Cuando arriesgarnos situaciones, ¿lo hacemos para sentir bienestar o por el contrario no darnos por vencidos?.


Las personas que arriesgan siempre destacan entre los demás. Sobresalen y son admirados por valientes, por carismáticos, por atreverse a avanzar en sus vidas sin depender de los demás. Si arriesgas, destacas.


Cuando no nos atrevemos a hacer algo que realmente deseamos, algo con lo que soñamos, nos sentimos retenidos, prisioneros del miedo, con una poderosa coraza que supuestamente nos protege de amenazas. 

 Pero en realidad, lo único que hace es impedirnos ser libres, expresarnos y ser realmente en toda su dimensión. Viviendo sin arriesgar sólo descubrimos y mostramos una pequeña parte de lo que realmente somos (y podríamos llegar a ser).


Una vez que arriesgas, aprendes a no conformarte con cualquier cosa. Has arriesgado y quieres ganar, eso es todo. Cuando te acostumbras a arriesgar te acostumbras también a no ser conformista.

Nunca hay que darse por vencido, llegarán muchos baches para abrir los ojos y pensar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario